Esta mañana como cada día he hecho mis estiramientos y después hice los ejercicios de memoria. Algunos de ellos me estaban costando bastante pero insistí porque sabía que a base de repetirlos lo conseguiría hacer bien. Muchas veces la tentación de abandonar está presente en nuestro día a día porque nos cansamos, es normal, y entonces es el momento de recurrir al Señor pidiéndole ayuda para continuar nuestra lucha, pero siempre tenemos que colaborar con Él porque Aquel que te creo sin ti no te podrá ayudar sin ti.