Alberto barajó la idea de alquilar un chalet muy cerca de una playa en la que se podía ir andando y que además tenía una piscina cubierta . Para entender esta enfermedad y principalmente lo lento de su proceso recuerdo que el primer año bajé un día a la playa y sí, lo conseguí, pero llegué reventada . Al año siguiente bajé todos los días y además entraba en el agua y disfruté un montón de esos baños pues es una de las cosas que más me gusta hacer.