Esta mañana mi personal trainer me metió un poco de prisa para a hacer el entrenamiento y como no quería hacerle esperar me tuve que ir sin hacer los estiramientos. Bajamos al puerto y me propuso subir las escaleras, un ejercicio que hoy hice sin demasiada dificultad pues creo que estoy viviendo una buena racha, aunque no debo confiarme del todo porque a estas alturas ya conozco como responde mi cuerpo; a veces me siento potente físicamente y pasado un tiempo parece que el avance frena y se estanca. Cuando volví a casa mientras Alberto iba a buscar la comida que había encargado hice los estiramientos para mantener la espasticidad a raya y por la tarde me quedé en casa leyendo y haciendo los ejercicios de memoria y los de inglés para crear nuevas conexiones neuronales. Deberíamos buscar tiempo para trabajar y tiempo para descansar y yo cuando no puedo más descanso en Dios porque si no es con Él, no hay descanso que no canse.