DE LA ZONA DE CONFORT A LA ZONA DE APRENDIZAJE

Realizar correctamente cada uno de los ejercicios que tengo que llevar a cabo en la sesión de rehabilitación exige de mi parte una gran concentración y cuando mi fisio añade alguna dificultad tengo que aprovechar ese cambio para salir de la zona de confort y entrar en la zona de aprendizaje. No hay otra manera si quiero seguir avanzando. Y cuando tenga miedo de caerme del balón de Bobat, donde hago los ejercicios más difíciles, pensaré que Jesús está cerca y confiaré en que mi fisio, al igual que mi Dios, nunca me pedirá que haga algo sin proporcionarme antes lo que necesito para hacerlo.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s