Pasados los días más importantes de estas fechas navideñas, hoy hago reflexión de cómo las he vivido dado que son unos días muy significativos para mí. He estado muy a gusto con mi familia porque me centré en escuchar con atención al que tenía a mi lado en la mesa, un consejo que alguien me dio, llevé al pie de la letra y funcionó. Como estaba dentro de mi zona de confort estuve muy a gusto y he podido hacer de anfitriona apoyada por mis hijas Blanca y Loreto. Después de comer nos fuimos a casa de mis padres a felicitar la Navidad al resto de la familia, pero no disfruté mucho porque me centré más en mi que en lo que estábamos celebrando. A veces me siento un bicho raro, pero ya no me importa porque he descubierto que nuestras rarezas pueden ser nuestras virtudes.