Esta mañana después de hacer los estiramientos hemos ido a hacer el entrenamiento a la Malata aprovechando que el tiempo atmosférico era favorable. Hacía tiempo que no íbamos a entrenar a este espacio al aire libre que me ofrece la oportunidad de caminar y también de subir y bajar escaleras para seguir fortaleciendo mis músculos. El camino para alcanzar la independencia requiere un trabajo constante, sin tregua, sin descanso y no todos los enfermos que han sufrido un ictus la podrán alcanzar porque su daño cerebral se lo impide, pero en mi caso hay posibilidades realistas y haré todo lo posible para alcanzarla.