Este jueves he recibido la segunda sesión de rehabilitación y por la tarde decidí quedarme en casa leyendo y descansando porque, aunque una realidad de mi vida es la lucha, de vez en cuando me permito hacer una parada y mañana retomaré mi actividad física y le pediré una buena dosis de energía a mi Dios porque si no se lucha seremos derrotados.