Hoy comencé bien el día pero conforme transcurría el tiempo empecé a sentir un dolor en el muslo izquierdo que no era muscular sino una molestia en la piel y descubrí que tenía un bulto que me estaba provocando un fastidioso dolor. Mi personal trainer me propuso ir hasta el puerto a hacer mi entrenamiento físico y aprovechamos para ir a la farmacia y comprar una crema para reducir la inflamación. Anduve sin ayuda del palo de trekin por una parte donde no había obstáculos de ningún tipo, algo que reduce la dificultad en gran medida. Cuando se añade otro problema físico al que ya tiene un enfermo como yo, todo cuesta más, pero cuando Dios trabaja en nuestras vidas nos reta a seguir creciendo