OBSERVADORA DE UNA MISMA

Hoy jueves tengo rehabilitación y como me levanté temprano, le dije a mi hija Loreto que me cronometrara para saber cuanto tiempo me lleva ducharme y vestirme sola sorprendiéndome bastante el resultado: cinco minutos la ducha y entre diez y quince secarme y vestirme sola. Hoy no hice los ejercicios de memoria porque después de la sesión de rehabilitación preferí sentarme delante del ordenador a ver alguna charla para seguir aprendiendo a conocerme cada vez más porque sólo siendo observadora de mi misma seré capaz de cambiar aquello que no me gusta de mí. Después de comer y tras descansar un rato me fui a dar la caminata para no perder el ritmo y he sido consciente de la independencia ganada. Hoy quiero animar a todos los enfermos como yo a entregarse a su recuperación en la medida que puedan y aunque sé que cada enfermo es diferente, yo jamás pensé que iba a alcanzar la independencia que tengo actualmente. Sí, he trabajado duro, he hecho mucho por mi cuenta, también por la de mis cuidadores y no he dudado en ningún momento de la ayuda del cielo.