A pesar de que siento la falta de rehabilitación del lunes, hice lo que estaba en mis manos para rebajar la espasticidad haciendo más estiramientos de lo normal y saliendo a caminar cada día porque ya he acumulado la suficiente experiencia para saber cómo afecta a mi cuerpo. Esta tarde, después de bastantes días saliendo acompañada, fui yo sola a hacer la caminata y aproveché para ir concentrada en cada paso para hacerlo como me propone Carolina, mi fisioterapeuta: extendiendo la cadera y flexionando la rodilla. Cuando cogí el ritmo y aprovechando que el parque estaba hoy muy silencioso, me puse a meditar lo que me dijo Jesús en nuestro momento de intimidad. Me encontré con mi amiga Marga y su hijo pequeño que hacía bastante tiempo que no veía y me alegré mucho. Al llegar al portal me encontré con Jimmy, el director del colegio donde trabajé. Me di cuenta que cuando buscas a Dios te encuentras con el hombre y cuando buscas al hombre te encuentras con Dios.