Este año le he pedido a los Reyes magos de Oriente únicamente los regalos que necesito: paciencia para llevar con serenidad los momentos más difíciles de la enfermedad, entendimiento para tratar de ver lo que ve cada uno y enriquecerme con ello, pero sobre todo no perder energía en divisiones y utilizarla para hacer cada día mejor los ejercicios que me propone mi fisioterapeuta, sabiendo que si recibo esos presentes el nuevo año que comienza será genial. No quiero hacer muchos proyectos, sólo quiero sustentar mis valores y respetar los de los otros, porque cuando hacemos nuestros planes Dios se divierte con el universo