Hoy me ha sentado regular el desayuno, lo digerí mal y mi cuerpo estuvo arrastrando todo el día una sensación desagradable en la boca del estómago. Decidí ayunar el resto del día y en estos momentos me siento un poco mejor. Hacía tiempo que no me sentía así, tan debilitada y vulnerable, tentada a pagar mi frustración con alguno de mis cuidadores, pero recordé la cantidad de veces me he sentido bien, que son muchísimas más que las que me he encontrado mal y al ser consciente de ello le di gracias a Dios y le pedí por los enfermos que sufren más que yo.