Esta mañana he ido a visitar a mi madre al hospital y me preparé antes de salir de casa haciendo unos estiramientos para sentirme cómoda físicamente el tiempo que iba a estar allí. Mi madre está mal, quizás en sus últimos días aquí con nosotros y por eso decidí acercarme hoy a verla. No sé si ella es consciente del momento que está viviendo, creo que no, y eso le impide luchar porque a sus noventa y cuatro años y a pesar de tener una buena genética está muy cansada, lo puedo entender. Nuestra humanidad es limitante y tenemos que luchar constantemente para renovar nuestra ilusión y nuestra lucha. Yo quiero seguir trabajando para demostrar que las secuelas de un derrame cerebral no son impedimento para seguir viviendo y disfrutando de la vida