MOMENTOS DE CALMA, MOMENTOS DE TEMPESTAD

Hace varios días que tenemos el coche en el taller y mi personal trainer estaba inquieto porque no se lo devolvieron cuando él esperaba. Su impaciencia superó mis límites porque no soy capaz de empatizar con él cuando hace un drama de una circunstancia a resolver. A veces me pregunto cómo llevando tanto tiempo conviviendo me cuesta tanto discutir con él de forma serena, pero no voy a consentir que eso me genere desesperanza. En toda convivencia hay momentos de calma y momentos de tempestad y sé que sólo puedo esperarlo todo de mi y no del otro, además de seguir rabajando para que en un futuro sepa reaccionar como lo haría Jesús, esperando todo en Él para que la vida, mi vida, no me parezca un absurdo.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s