Hoy he experimentado de nuevo una vitalidad y una seguridad en mis movimientos que me dispuso a levantarme con ganas de hacer las cosas lo mejor posible. Como es domingo y procuro asistir a la celebración de la eucaristía, intenté hacerlo tal como me lo he propuesto hace tiempo: sin prisas, evitando caer en la tentación de sacar mi genio que lo único que hace es crear un mal ambiente familiar y disminuir mi destreza para ducharme, vestirme etc..Antes de salir de casa estuve un rato en intimidad con Jesús y así prepararme para el nuevo día, cargarme las pilas y ser rotunda en el cumplimiento de su propuesta, la garantía de pasar un buen día.