Esta mañana hemos ido Alberto y yo a caminar a la Malata que hacía tiempo que no íbamos y aunque una parte de la zona estaba en obras había espacio para disfrutar del paseo. Caminé un buen tramo sin bastón porque me sentía bastante segura ya que he mejorado bastante el equilibrio. No fue una caminata muy larga pero me sentó fenomenal. Al volver a casa hice los ejercicios de memoria y por la tarde el de la rodilla que comienzo a dominarlo un poco. He tenido que repetir lo que hoy os cuento multitud de veces y sé que todavía me queda tiempo para tener una seguridad absoluta pero si continúo perseverando llegaré a la meta