Van pasando los días, van pasando las semanas, los meses, los años y sigo buscando la manera de mejorar mi vida y la de los que me rodean para encontrar sentido a mi existencia. No todos los días lo intento al cien por cien porque mis secuelas físicas me obligan a hacer un mayor esfuerzo y a veces me escaqueo de alguna tarea que podría hacer, aunque la verdad es que esto no lo hago casi nunca porque me gusta trabajar. La felicidad para mi es saber lo que tengo y disfrutarlo, o lo que es lo mismo sacarle fruto, pero sobre todo es la seguridad de que mi vida no está pasando inútilmente.