APROVECHAR CADA DÍA

Esta mañana me he despertado una hora antes de lo habitual convencida de que era más tarde y mi cerebro lo está padeciendo por la falta descanso. A pesar de ello he intentado seguir la rutina diaria de hacer mis estiramientos, pero cuando me dispuse a hacer los ejercicios de memoria no era capaz de rendir como cualquier otro día. Esto no tiene nada que ver con la enfermedad porque me ocurría también antes de sufrir el derrame cerebral,  así que después de comer dormiré una siesta para reiniciar mi cerebro y aprovechar lo que queda de día. Estoy viva porque Dios por algún motivo no quiso llevarme con Él cuando me dio el derrame cerebral y descubrir en esta nueva etapa el porqué, o más bien el para qué es lo que me empuja a seguir adelante.

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