Esta mañana de año nuevo y también de nueva década, el buen tiempo nos ha permitido salir a dar un paseo a la Cabana y mientras caminaba era plenamente consciente de lo que estaba viviendo cuando me centré en el paisaje, siendo acompañada…y también recordé que antes de salir mi personal trainer me dio un masaje en el pie izquierdo porque sentía unos pinchazos. Ya no quiero agobiarme pensando hasta donde voy a llegar porque quiero disfrutar de cada paso que doy, de lo que voy aprendiendo con cada obstáculo, de la transformación interior que estoy consiguiendo para convertirme en la persona que siempre he querido ser. Cada día le pido a Dios saber lo que tengo y disfrutarlo porque eso es la felicidad y he descubierto que la felicidad está en el camino.