Este Domingo me levanté temprano pero nadie se ofreció para acompañarme hasta la parroquia a celebrar la Eucaristía y no quise presionar porque sé que hay otras maneras de celebrar el día del Señor aunque no sea en comunidad. Me dediqué a ayudar en casa en todo lo que pude, hice los ejercicios de estiramientos de extremidades superiores e inferiores y como quería entrar en calor limpié los cuartos de baño. Me salté los ejercicios de memoria, o me olvidé, no lo sé, pero recordé que era el cumpleaños de mi madre y la llamé para felicitarla y transmitirle toda mi energía