Aunque el dolor en la rodilla no ha desaparecido del todo, la rehabilitación me ha favorecido bastante y he podido hacer las tareas que realizo de manera cotidiana para no cesar en mi empeño por hacer todo aquello que soy capaz para no frenar el proceso de avance hacia mi independencia. Cada vez más voy controlando mi impaciencia, algo muy útil que me ha enseñado esta enfermedad y necesario por otra parte para conseguir avances. Soy una persona trabajadora, nunca me ha dado pereza currar, algo innato en mi que está haciendo posible lo que parecía imposible, pero no me puedo dormir porque en en el instante que te complazcas contigo mismo , te habrás parado.