Después de tener la sesión de rehabilitación parece que todo lo veo de manera más positiva porque mi cuerpo agradecido por la terapia me invita a anunciar todo lo bueno de la vida para que muchos enfermos como yo no pierdan la esperanza, porque todos van a mejorar si se lo proponen con seriedad y con la confianza de saber que Jesús está pendiente de cada uno de ellos aunque algunos nos quieran convencer de lo contrario, insistiendo en que no vale la pena seguir luchando porque consideran que la vida es demasiado dura al no estar atentos a todo lo bueno que nos ofrece.