Desde que he decidido aprovechar cada suceso de mi vida como una oportunidad para avanzar vivo cada experiencia plenamente. Hoy me tocó lavarme el pelo, pues lo utilizo como ejercicio para trabajar el equilibrio, que tengo que esperar cuando necesito ayuda; ejercito la paciencia, que me sobra tiempo, lo dedico a estar un rato más largo en intimidad con Jesús para saber con certeza lo que ese día me quiere decir y mi vida se llena de sentido.