Esta mañana no iré a caminar pero he bajado a «Loli», la tienda que está al lado de casa para seguir entrenándome y llegar a dominar el trayecto sin miedo. Cada día más me voy dando cuenta de lo que necesito y de lo que no me hace falta para sentirme plena, algo que consigo cuando no me alejo de Jesús ni me olvido de como me invita a vivir.