Acabo de regresar de una caminata en la que sin bastón he subido y bajado una cuesta bastante empinada, ejercicio que realicé hace unos días pero que hoy lo he hecho con más seguridad ya que Alberto, mi personal trainer, iba a mi lado animándome en cada paso, algo que me dá mucha fuerza. Hoy es de esos días en los que tengo la sensación que todo va bien en mi vida, soy consciente de todo lo que he avanzado en el trato con los que están a mi lado y quieren tanto como yo mi independencia, algo que he ido consiguiendo por mi trato íntimo con Jesús que me enseña cada día a amar como lo hace Él.