Acabo de terminar la sesión de rehabilitación y le hablé a Carolina, mi fisioterapeuta, del dolor en la zona lumbar. Lo bueno de la fisioterapia es que se adapta a tus circunstancias, hay ejercicios que pueden mejorar nuestra dolencia y eso es lo que pasó hoy. Carolina trabajó mi zona afectada e hicimos la terapia de otra manera porque no quise desperdiciar la ocasión de probar algo nuevo.