Desde que estoy enferma he tenido que reinventarme para no dejar que la stuación me hiciese caer en un vacío motivacional, aprendiendo poco a poco a soltar el acelerador para comenzar a vivir despacio, muy despacio. Me ha costado bastante, no os voy a engañar, han transcurrido ya seis años y es verdad que ya no me centro en hacer de forma continua pues he aprendido a estar atenta a cada cosa que hago para hacerla lo mejor que soy capaz, porque ya no tengo que cubrir el vacío que sentía cuando todo empezó.