Hay cosas que dependen de mi y para obtener buenos resultados pongo todo lo que está en mis manos para alcanzarlos, pero no siempre logro recoger los frutos deseados, aunque esa no es razón suficiente para continuar luchando por mi independencia. Sé que hay días mejores que otros, pero aquellos en los que tengo la seguridad de que Jesús quiere lo mejor para mi recojo muchos más frutos.