Ayer por la tarde ocurrió algo que no me gusta nada, no era capaz de distraerme con algo que me motivase, estaba inquieta y no sabía porqué. Por la mañana no pude bajar a la playa y parece que mi cuerpo lo notó. Mi mente me sigue demandando hacer cosas que mi cuerpo todavía no está preparado y entonces me enfado conmigo misma y con el que está a mi lado, en este caso Alberto, mi marido que me obligó a hacerme unos largos en la piscina para quemar la energía que me sobraba.