Esta mañana he vuelto a bajar a la playa, esta vez con mi hija Malena que es la que más me exige para que haga lo que pueda por mi misma. He ido casi todo el camino con mi bastón de trekkin y conseguí salir del agua prácticamente sola aprovechando la corriente, todo un éxito para mi porque al contrario de otras veces decidí confiar en las instrucciones de mi hija ayunando de mis errores.