Esta tarde he ido de paseo con mi amiga Marga y le comentaba que estaba notando una mejoría, algo que ella también percibió al subir la cuesta de mi casa, pues sin darme cuenta lo hice sin el apoyo del bastón.No me quiero confiar demasiado porque esta enfermedad a veces tiene parones, sólamente quiero curarme para demostrar a los enfermos como yo que con esfuerzo, constancia y con la confianza de que Jesús que nos acompaña en el camino alcanzarán todo lo que se propongan y así continuar con mi misión.