Por mucho que rece, por más que mire al cielo, no cambiará nada en mi vida si no me pongo en marcha. Sé que cuesta un montón cambiar ciertos hábitos, pero si algo no funciona en nuestra vida deberíamos cambiarlo. No me atrevería a decir esto si no lo hubiese experimentado y sí, he rezado mucho, un montón y lo sigo haciendo, pero para que las cosas no queden a medias Dios necesita nuestra colaboración.