ECHAR A ANDAR

Todavía no sé cuándo llegará el día en el que suelte la muleta y camine  sin miedo a caerme,no lo sé,por eso tengo que seguir pidiéndole a Dios que me dé confianza para convencerme de que si sigo trabajando duro algún día escucharé su voz cuando me diga que me eche a andar.