Cada una de las experiencias que vivimos son una oportunidad para sacar todo lo bueno de ellas. A veces no somos capaces de descubrirlo por nuestro afán, nuestras prisas, nuestra falta de atención hacia lo que estamos experimentando, pero hay que tener cuidado porque si no las aprovechamos nosotros lo harán otros y perderemos esa oportunidad.