Hace ya cuatro años y ocho meses que sufrí el ACV y aunque el día a día me requiere un esfuerzo,es verdad que ya lo vivo de otra manera.Ha habido días buenos y otros no tan buenos,pero sé que seguiré avanzando si me dejo guiar por la luz de esa estrella que me lleva hasta Jesús y todo será más llevadero si sigo contando con Él hasta el día de mi independencia.