No siempre tengo la misma fuerza ni el mismo ánimo para soportar la carga que supone esta enfermedad,pero intento vivir cada día con la seguridad de saber que cuando el peso me supera,Dios me ayuda a cargarlo.Cada día le pido ayuda porque aunque estoy más fuerte,todavía me pesa bastante,pero sé que si continuo confiando en que Él comparte conmigo ese peso,la carga será más ligera.