Hay momentos de mi vida en los que soy incapaz de ver todo lo bueno que hay en ella y entonces busco la razón que me lo impide,aunque no siempre la encuentro.Es verdad que ya no me ocurre con tanta frecuencia como al principio de la enfermedad porque a pesar del momento duro que estoy viviendo he descubierto que lo único que he de hacer es mantenerme unida a Dios,que me recuerda cada día porqué me dejó aquí…y entonces comienzo de nuevo a disfrutar.