Nunca podré dar un consejo a nadie si no soy un ejemplo de lo que predico,lo he comprobado sobre todo con mis hijas ,pues no voy a convencerles diciéndoles que se esfuercen para tener una buena vida si no me ven a mi hacer lo mismo.Os aseguro que no siempre me apetece ir a fisioterapia pero es una realidad que siempre salgo de la sesión con la satisfacción de haber hecho lo correcto, de la misma manera que no voy a convencer a Alba ,(atea convencida), de que contar con Dios en la vida es algo bueno si yo no actúo como Dios espera de mi , es decir , respetando a todos ,creyentes y no creyentes y tratando a todos ellos como lo hizo Jesús.