Cuando iba a Coruña y hablaba con Concha, mi psicóloga. siempre me obsesionaba con la idea de si estaba haciendo todo lo que estaba de mi parte para mejorar y os mentiría si os dijese que no lo he vuelto a pensar,pero creo que ya tengo la respuesta.En lugar de pensar qué he de hacer ,pienso a qué debo renunciar y he de renunciar a todo lo que no sea amar,sé que mientras esté amando a los que forman parte de mi vida la cosa va bien.Tengo que seguir trabajando físicamente ,tengo que seguir aumentando mi paciencia por supuesto, pero sobre todo tengo que valorar a quien lo hace posible día a día ,pues soy dependiente…todavía.Ya sé que no tengo que obsesionarme con la idea de si volveré o no a trabajar, de cual es ahora el lugar que he de ocupar.Seguiré buscando ,claro que sí ,pero con la paz de que Dios tiene preparado un lugar para mi donde pueda seguir con la misión que tiene encomendada para mí.